Trastornos Psicóticos
La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta en el mundo a más de 21 millones de personas
¿Qué son los trastornos psicóticos?
Estos síntomas pueden ser acompañados por un comportamiento inusual o extraño, así como por dificultad para interactuar socialmente e incapacidad para llevar a cabo actividades de la vida diaria.
La esquizofrenia es un trastorno mental englobado dentro del grupo de los trastornos psicóticos y es el cuadro más frecuente.
La psicosis es un síntoma asociado a un gran número de enfermedades como la esquizofrenia, la depresión o el Alzheimer entre muchas otras.
Durante el trastorno psicótico puede haber un aumento del riesgo del comportamiento suicida. Es muy importante por lo tanto tomar las medidas de seguridad para evitar la autolesión.
¿Cuáles son los más frecuentes?
Los trastornos psicóticos más frecuentes son:
Los pacientes con esquizofrenia tienen dificultades para integrarse socialmente, pues suelen sufrir estigmatización y discriminación.
Por todo esto la farmacoterapia, la intervención psicológica y el apoyo psicosocial son fundamentales para favorecer la mejor funcionalidad y desarrollo de estos pacientes.
Se considera que la esquizofrenia puede estar provocada por la interacción entre la genética y una serie de factores ambientales y psicosociales.
Medio millón de personas sufren esquizofrenia en España
La mitad de los esquizofrénicos se resiste a admitir la enfermedad. Se puede recuperar más del 90% de la funcionalidad después del primer brote pero solo el 40% sigue bien el tratamiento después del primer episodio.
El contenido del tema o conjunto de ideas delirantes es muy variable. A menudo es de persecución, hipocondriaco o de grandeza, pero también puede referirse a temas de litigio o de celos o poner de manifiesto la convicción de que una parte del propio cuerpo está deformada o de que otros piensan que se despide mal olor o que se es homosexual. Lo más característico es que no se presente otra psicopatología, pero pueden aparecer de modo intermitente síntomas depresivos y, en algunos casos, alucinaciones olfatorias y táctiles.

Todos los trastornos de este grupo tienen como característica principal un comienzo agudo (menos de dos semanas), un estado rápidamente cambiante y variable, llamado «polimorfo» y la presencia de estrés agudo. La recuperación completa tiene lugar generalmente dentro del plazo de dos o tres meses, a menudo en pocas semanas e incluso días, y sólo una pequeña proporción de enfermos con estos trastornos desarrollan estados persistentes e invalidantes.

Este grupo de trastornos se subdivide a su vez en vez en varias categorías:
- Trastorno psicótico agudo polimorfo sin síntomas de esquizofrenia
- Trastorno psicótico agudo polimorfo con síntomas de esquizofrenia
- Trastorno psicótico agudo de tipo esquizofrénico
- Otro trastorno psicótico agudo con predominio de ideas delirantes
- Otros trastornos psicóticos agudos transitorios
- Trastorno psicótico agudo transitorio sin especificación.
Solo uno de los afectados padece un auténtico trastorno psicótico. En el otro o los otros las ideas delirantes son inducidas y normalmente remiten cuando se les separa.
El trastorno psicótico del individuo dominante suele ser una esquizofrenia. Tanto las ideas delirantes originales de la persona dominante como las inducidas en la otra, son crónicas, de naturaleza persecutoria o de grandeza. Las creencias delirantes solo son trasmitidas de esta manera en circunstancias extraordinarias poco frecuentes.
Casi siempre las dos personas son familiares cercanos, aislados del entorno por su lengua, cultura o por factores geográficos. Las personas en las cuales las ideas delirantes son inducidas suelen ser también dependientes o tienen una relación de servidumbre con la que padece la psicosis genuina.

Puede incluir distorsiones en la percepción que se alternan o suceden al mismo tiempo que episodios maníacos o depresivos. Este deterioro en la percepción o expresión de la realidad puede afectar a los cinco sentidos, pero mayormente se manifiesta en la forma de alucinaciones auditivas o visuales, delirios paranoides o grandiosos y comportamiento o pensamientos desorganizados, con una disfunción social u ocupacional significativa.
Son trastornos episódicos en los cuales, tanto los síntomas afectivos como los esquizofrénicos, son destacados y se presentan durante el mismo episodio de la enfermedad, preferiblemente de forma simultánea o al menos con pocos días de diferencia entre unos y otros. No es clara aún su relación con los trastornos del humor (afectivos) y con los trastornos esquizofrénicos típicos.
Estos trastornos no cumplen las pautas ni de esquizofrenia ni de episodio depresivo o maníaco. Los enfermos que sufren episodios esquizoafectivos recurrentes, en particular aquellos cuyos síntomas son de tipo maníaco más que de tipo depresivo, generalmente se recuperan completamente y solo rara vez desarrollan un estado defectual.

Este grupo de trastornos se subdivide a su vez en varias categorías:
- De tipo maniaco
- De tipo depresivo
- De tipo mixto
¿Cuáles son nuestros objetivos?
- Conocer sus síntomas
- Generar estrategias de afrontamiento
- Aprender y desarrollar habilidades sociales
- Trabajar las rutinas diarias básicas
- Reforzar la regulación emocional y el autoestima
- La toma de conciencia de la realidad
¿Qué ofrece nuestro programa?
La Clínica es un sitio seguro, nuestro principal objetivo es que el ingreso resulte lo más provechoso posible para su paciente.
Integramos a nuestros pacientes desde el primer día en un programa diseñado específicamente por nuestro equipo terapéutico, el programa tiene una duración de 4 semanas (siendo flexible y creativo) teniendo en cuenta la patología que está abarcando, con el fin de que a lo largo de un mes, el paciente se pueda ir adaptando a las actividades en función de sus necesidades y características concretas.
El programa pretende involucrar a los pacientes activamente en su proceso terapéutico. El mismo programa se puede adaptar en régimen de Hospital de Día.
Los objetivos de la terapia son:
- Conocer sus síntomas y ser capaz de identificar factores estresores, detonantes y pródromos, aprender a mantener el tratamiento y disponer de hábitos saludables.
- Generar estrategias de afrontamiento para combatir el estigma asociado a la enfermedad.
- Aprender y desarrollar habilidades sociales y de comunicación para dotar al paciente de recursos que pueda utilizar en su día a día.
- Se trabajan 4 grandes áreas de las actividades diarias básicas que son: establecimiento de rutinas y exploración de roles, alimentación saludable y aseo, hábitos de descanso e higiene del sueño, así como otras actividades diarias instrumentales.
- Reforzar la regulación emocional y fomentar la autoestima. Reforzar la regulación emocional y fomentar las capacidades de relación y la autoestima de los pacientes.
- Orientar al paciente a tomar conciencia de su realidad y ayudarle a prevenir las recaídas.

Equipo
Cada paciente recibe la atención de un psiquiatra de referencia, quien se ocupará de su seguimiento médico de manera personalizada durante el ingreso hospitalario. A su vez, el médico coordinará al equipo multidisciplinar de psicólogos, terapeutas, y preparador físico para determinar el plan más especializado para cada paciente en función de su evolución. Trabajamos coordinados con el profesional que está atendiendo ambulatoriamente al paciente.