Ha comenzado la temporada de fresas, y desde el taller de jardinería se decidió cultivarlas.
Para empezar estuvimos recopilando información sobre el mejor momento para plantar en función de si partíamos de semillas o de macetas, los cuidados a lo largo del año, necesidad de luz, de riego, posibles plagas… Por la época en la que nos encontrábamos decidimos partir de macetas pequeñas, así que organizamos una visita al vivero.
Las salidas al vivero siempre son muy disfrutadas por todos, ya que aprovechamos para ver las plantas de temporada, y admirar las composiciones de flores que organizan para la decoración. Pasamos una mañana estupenda y decidimos 6 macetas de entre todas las que tenían.

Ese mismo día las plantamos. Previamente se había preparado la tierra, removiendo, abonando, regando…

Días posteriores observamos que el fruto quedaba demasiado en contacto con la tierra, así que decidimos poner una malla que mantuviera las fresas alejadas de la tierra y por tanto de la humedad.
Estamos muy contentos con el resultado y expectantes. Esperamos poder tener una buena cosecha.